Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Tres meses después del asesinato del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, su esposa, María Claudia Tarazona, reveló en exclusiva a RCN Televisión el desgarrador momento en que supo de la muerte de su marido y cómo tuvo que comunicar la tragedia a sus cuatro hijos. Un relato desolador que conmueve a Colombia.

El magnicidio de Uribe Turbay, ocurrido en junio durante un acto político en Bogotá, conmocionó al país. Tras dos meses de agonía en la Clínica Santa Fe, el político falleció, dejando un vacío en la vida de su familia y en la política colombiana. La historia de su viuda revela el profundo dolor y la lucha por mantener la estabilidad de sus cuatro hijos.

El atentado, perpetrado en medio de una multitud en Fontibón, dejó a Uribe Turbay gravemente herido. Un menor de 14 años, quien actuó como sicario, es señalado como el responsable del ataque. El hecho generó una ola de indignación y cuestionamientos sobre la seguridad en Colombia, especialmente en el contexto electoral.

En una entrevista cargada de dolor, María Claudia Tarazona describió la madrugada en que recibió la noticia: “Yo estaba acostada con mis cuatro hijos… Cuando vi a Emilia levantarse con el celular, ahí supe que Miguel había muerto”. Su relato continúa con el desgarrador momento de contener a sus hijos, describiendo su sufrimiento con la frase: “Mis hijas se desesperaron, se pusieron como locas… Yo, parada, sosteniendo a mis cuatro hijos”. El recuerdo final de ver el cuerpo de su esposo sin vida en la clínica, aún caliente, es una imagen que impactó a los televidentes.

El asesinato de Uribe Turbay ha dejado una profunda herida en Colombia. La falta de seguridad, la presencia del crimen organizado y la participación de menores en hechos violentos, son elementos que exacerban la situación. El relato de María Claudia Tarazona no solo expone el dolor personal de una familia devastada, sino que también evidencia la fragilidad de la sociedad colombiana ante la violencia y la necesidad urgente de soluciones a este problema. Su testimonio se une a los miles de voces que claman por justicia y por un cambio en la realidad política del país.