Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Catalina Duque de Colombia se corona Miss International 2025 en Tokio, rompiendo una sequía de 21 años. Su victoria marca la cuarta corona para el país, reafirmando su poderío en la belleza global con un mensaje de impacto social.

En un evento que paralizó a millones alrededor del globo, el Yoyogi National Stadium de Tokio fue el epicentro de la emoción el 27 de noviembre de 2025. Colombia volvió a escribir un capítulo dorado en su historia de certámenes de belleza al coronar a Catalina Duque como Miss International 2025, un triunfo que resonó profundamente. Esta victoria sensacionalista no solo significa la cuarta corona para el país en este prestigioso concurso, sino que también representa un retorno triunfal después de más de dos décadas de espera, consolidando su legado global.

La formidable Catalina Duque Abréu, nacida el 20 de septiembre de 1999 en Miami pero con un corazón profundamente antioqueño, se perfiló como la gran favorita desde el inicio. Su formación en Comunicación Social en la prestigiosa EAFIT University, sumada a su experiencia en el sector empresarial —incluyendo una etapa en Argos—, le proporcionó una base inquebrantable. Previamente, en noviembre de 2024, Catalina había conquistado la corona de Señorita Colombia 2024 para Antioquia, un logro que puso fin a 28 años de sequía para su departamento. Su combinación de buena dicción, dominio trilingüe (español, inglés, portugués) y un carisma innato la distinguieron.

En la emocionante final de la 63ª edición de Miss International 2025, Duque se impuso con autoridad ante unas 80 candidatas de todo el mundo. Su presentación personal y una oratoria impecable, directamente influenciadas por su formación en comunicación, fueron los pilares de su victoria en la ronda decisiva. Pero fue su genuina convicción social, enfocada en el empoderamiento femenino, el desarrollo infantil y el apoyo a pacientes con cáncer, lo que verdaderamente hizo la diferencia, resonando con los valores fundamentales del certamen.

La corona de Catalina no solo es un triunfo personal, sino un hito trascendental que reafirma el glorioso legado de Colombia en Miss International, tras un hiato de 21 años desde la victoria de Jeymmy Vargas en 2004. Duque se une a la icónica Stella Márquez (1960) y Paulina Gálvez (1999), inscribiendo su nombre en una élite histórica y demostrando que la belleza colombiana sigue siendo una fuerza global. Este certamen, que prioriza el diálogo intercultural y la diplomacia, otorga a Catalina una plataforma sin igual para sus nobles causas, consolidándola como una embajadora global de liderazgo y conciencia social que con orgullo exclamó: "¡Gracias, Colombia, lo logramos!".