Por: Administrador

Una tragedia impensable golpeó el aeropuerto El Dorado el 20 de octubre de 2025. Un trabajador perdió la vida en el muelle internacional, víctima de un vehículo de Avianca, desatando una investigación urgente y revelando viejas advertencias.

La quietud operacional del aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá, se vio brutalmente interrumpida el pasado 20 de octubre de 2025. Un incidente desgarrador dejó una sombra de consternación sobre uno de los principales centros aéreos de América Latina. La vida de un trabajador dedicado se extinguió de manera súbita y trágica en el muelle internacional. Este suceso ha provocado un torbellino de emociones y preguntas sin respuesta, sumiendo a la comunidad aeroportuaria en profunda tristeza y asombro.

La víctima, cuya identidad no ha sido revelada públicamente, era un miembro esencial de la maquinaria que mantiene el pulso del aeropuerto. Fue impactado fatalmente por un vehículo de mantenimiento, cuya vinculación directa con la reconocida aerolínea Avianca ha añadido otra capa de preocupación al suceso. Este lamentable evento ha puesto en el punto de mira a las operaciones terrestres y la seguridad del personal, demandando explicaciones urgentes sobre lo acontecido.

El fatídico suceso ocurrió específicamente en la zona del muelle internacional, un área de constante movimiento y alta complejidad logística. Testigos, aún bajo el shock del momento, describen una escena de incredulidad y dolor. La rapidez del impacto dejó poco margen para la reacción, sumiendo a los presentes en un silencio sepulcral que solo fue roto por las sirenas de emergencia y la llegada de los equipos de auxilio.

Las autoridades competentes han iniciado una exhaustiva investigación para desentrañar las causas exactas de esta calamidad que ha conmocionado al país. Este suceso reaviva las alarmantes advertencias previas de la asociación de trabajadores del sector aéreo. Habían alertado sobre los riesgos inherentes a la alta rotación de personal, sugiriendo una posible relación con la seguridad operacional. El destino de la seguridad aérea pende ahora de un hilo, demandando respuestas urgentes y profundas para evitar futuras tragedias.