Por: Miguel Angel Trujillo

Un controvertido acuerdo entre Colombia y Venezuela para crear una zona binacional en la frontera, incluyendo La Guajira, Cesar y Norte de Santander, ha generado un terremoto político. Maduro promete prosperidad, la oposición teme la pérdida de soberanía.

En 2025, un anuncio conjunto sacudió a Colombia: un acuerdo entre Maduro y Petro para una zona de integración en la frontera colombo-venezolana. El plan abarca comercio, salud y educación, pero genera fuertes críticas.

El presidente Nicolás Maduro y el presidente Gustavo Petro anunciaron la creación de una zona de integración económica y social en la frontera común. La iniciativa, según ambos mandatarios, busca impulsar el comercio, la inversión extranjera y la cooperación en áreas como salud y educación. Se espera que esta zona, que abarcaría estados venezolanos y departamentos colombianos, genere un nuevo auge económico para la región.


La ministra colombiana de Comercio, Diana Marcela Morales, declaró que el objetivo es un desarrollo "inclusivo y sostenible". Maduro, por su parte, aseguró que China, India, Rusia y Turquía ya han mostrado interés en invertir en el proyecto. El acuerdo contempla la creación de un grupo de trabajo binacional para coordinar las acciones.


El anuncio, sin embargo, no ha estado exento de polémica. El expresidente Álvaro Uribe lo calificó como una “cesión de soberanía”, una opinión respaldada por otros sectores de la oposición colombiana. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que la soberanía colombiana se mantendrá intacta. El presidente Petro, por su parte, argumentó que el objetivo es combatir las mafias que controlan la zona fronteriza.


La falta de detalles sobre la implementación del acuerdo y la fuerte oposición generada prometen un debate nacional e internacional prolongado. Las consecuencias a largo plazo, tanto económicas como políticas, son aún inciertas, pero este pacto binacional sin duda marca un antes y un después en las relaciones entre Colombia y Venezuela.