Por: Administrador

Miles marchan en Colombia y el mundo exigiendo justicia para el expresidente Álvaro Uribe Vélez, acusado de fraude procesal y soborno. Una ola de apoyo global sacude las redes.

El pasado 7 de agosto, una impresionante movilización recorrió las calles de Colombia y se replicó en diversas ciudades del mundo. La marcha, convocada a través de redes sociales, expresaba el apoyo incondicional a Álvaro Uribe Vélez, quien enfrenta cargos judiciales. El evento generó un intenso debate político a nivel nacional e internacional.

La convocatoria, que se viralizó rápidamente en redes sociales, reunió a simpatizantes de Uribe de diferentes sectores sociales y edades. Muchos portaban pancartas con mensajes de apoyo y reclamos de justicia. Se reportaron marchas simultáneas en ciudades como Madrid, Miami y Washington D.C., evidenciando el alcance global del respaldo al expresidente colombiano. Algunos manifestantes entrevistados declararon sentir que se estaba cometiendo una injusticia contra un líder que había hecho mucho por el país.

La marcha se desarrolló en un clima de tensión, con algunos enfrentamientos menores entre manifestantes y contramanifestantes en Bogotá. Las autoridades reportaron un despliegue significativo de fuerzas policiales para garantizar el orden público. La movilización demostró la polarización política que persiste en Colombia, con un apoyo masivo a Uribe, pero también un fuerte sector que rechaza su inocencia.

La magnitud de la movilización plantea interrogantes sobre el futuro político de Colombia y la influencia de las redes sociales en la movilización de masas. El caso Uribe, con sus implicaciones legales y políticas, continuará generando debates y tensiones en los próximos meses, con posibles repercusiones en el escenario político nacional e internacional. La marcha del 7 de agosto, sin duda, marcará un hito en este proceso.