Por: Katherine Cruz

Manuel Stiven Anacona Vargas, alias ‘Pele la Cola’, fue enviado a prisión este lunes en Pitalito. Se le acusa de secuestrar y amenazar con arma de fuego a cuatro jóvenes, desatando el terror en un hogar. La decisión judicial marca un importante paso en la lucha contra la criminalidad en la región.

Este lunes, Pitalito fue escenario de una contundente acción judicial que envió a prisión a Manuel Stiven Anacona Vargas, tristemente conocido como ‘Pele la Cola’. La Fiscalía General de la Nación logró que un juez de control de garantías impusiera medida de aseguramiento contra el hombre, señalado de sembrar el pánico al retener y amedrentar a cuatro jóvenes inocentes. La decisión llega como un respiro para la comunidad tras los escalofriantes hechos.

Un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Seccional Huila fue el encargado de presentar el caso, imputando a Anacona Vargas cargos de secuestro simple y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. A pesar de la contundencia de las pruebas, ‘Pele la Cola’ optó por no aceptar los cargos, una postura que podría complicar su situación legal. La justicia avanza firmemente contra este presunto criminal.

Los perturbadores hechos que llevaron a esta judicialización tuvieron lugar el pasado 28 de noviembre en el barrio Cristo Rey. Según la investigación, Anacona Vargas presuntamente inició la noche con varios disparos al aire, generando alarma antes de irrumpir en una residencia. Una vez dentro, se habría enfrentado a los cuatro jóvenes, amenazándolos de muerte si intentaban abandonar el lugar, sumiéndolos en una situación de terror.

La rápida respuesta de la Policía Nacional fue crucial, logrando la captura de Anacona Vargas en flagrancia. Durante su detención, las autoridades incautaron un arma de fuego junto con cartuchos y municiones de diferentes calibres, evidencia vital que refuerza los cargos. Este caso subraya la determinación de las autoridades por combatir la criminalidad y proteger a los ciudadanos de actos violentos y aterradores, enviando un claro mensaje a quienes intentan sembrar el miedo.